viernes, 23 de abril de 2010

Los días nublados no me afectan

El segundo texto que repartí fue escrito por Renato Almaráz, uno de mis mejores amigos para su clase de literatura y cuando lo leí, además de inspirarme (sha la la la laaaa) me di cuenta de que era perfecto para el proyecto, así que enjoy...


"Definitivamente no me interesa en lo más mínimo si un día está nublado o no, mi mente pone atención "creo yo" en cosas más interesantes, no quiero decir que el clima y en especial los días nublados carezcan de importancia, es sólo que mi cuerpo se adapta al frío, calor, viento... En apariencia pareciera que a dichos días se les categorizara de tristes, que se les bautizara de insolubles, pero a mi parecer, lo verdaderamente triste no es un día nublado o uno caluroso, lo infame en que no te sientas bien aún estando en Cancún en domingo, con un día soleado y descansado, qué difícil que el mundo sonría y que tú estés triste, qué prefecto que el día esté nublado y que a ti no te importe, u no porque carezca de importancia o no te afecte. Quiero decir, me da lo mismo. A menos que mi cuerpo se entuma y me enferme, estoy seguro que disfruto un día nublado con una bonita chamarra y en compañía, me gusta sentir que estoy vivo con la sensación que te produce el frío y el calor".

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